El rechazo que nos identificae

1 Corintios 4:13

…Hemos venido a ser hasta ahora como la escoria del mundo… (RV60)
Hemos llegado a ser, hasta ahora, la basura del mundo, el desecho de todo. (NBLH)

Estas palabras no son una exageración y la razón para que no sean verídicas con respecto a nosotros, que nos llamamos ministros del Evangelio, no es que Pablo olvidara su significado exacto o lo interpretara mal. Sigue leyendo

La vocación de la vida natural

Gálatas 1:15-16

Pero a Dios le agradó elegirme antes de mi nacimiento y en su generoso amor me llamó a su servicio. Dios me escogió para anunciar las buenas noticias de su Hijo a los que no son judíos. Por eso Dios mismo me dejó ver a su Hijo y aprender de él. (PDT)
Pero cuando Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre y me llamó por Su gracia, tuvo a bien revelar a Su Hijo en mí para que yo Lo anunciara entre los Gentiles… (NBLH)

El servicio es el desbordamiento que brota de una vida llena de amor y devoción. Es lo que yo aporto a la relación y el reflejo de mi identificación con la naturaleza divina. Sigue leyendo

La voz de la naturaleza de Dios

Isaías 6:8

Después oí que el Señor preguntaba: «¿A quién enviaré como mensajero a este pueblo? ¿Quién irá por nosotros?». —Aquí estoy yo —le dije—. Envíame a mí. (NTV)

Cuando hablamos del llamado de Dios olvidamos lo más importante, es decir, la naturaleza de quien hace el llamamiento. En la actualidad, muchas cosas nos están llamando a cada uno de nosotros. Sigue leyendo

Llamado por Dios

Isaías 6:8

Enseguida oí la voz de Dios que decía: «¿A quién voy a enviar? ¿Quién será mi mensajero?» Yo respondí: «Envíame a mí, yo seré tu mensajero.» (TLA)

El Señor no le dirigió su llamado a Isaías, sino que el profeta le oyó decir: «¿quién irá por nosotros?» El llamado divino no es sólo para unos pocos escogidos; es para todo el mundo. Sigue leyendo