¡Cómo pudo alguien perseguir tanto a Jesús!

  1. Hechos 26:14

Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? ¿Qué sacas con darte cabezazos contra la pared? (NVI)
‘¿,Saulo ¿por qué me persigues? Lo único bque logras es hacerte daño al tratar de luchar en mi contra’. (PDT)

¿Estás empeñado en seguir a Dios a tu manera? Nunca nos libraremos de esta trampa hasta que se nos lleve a la experiencia del bautismo en el Espíritu Santo y fuego (Mt 3:11).

Sigue leyendo

El «después» de la vida de poder

Juan 13:36

Simón Pedro le preguntó a Jesús: —Señor, ¿a dónde vas a ir? Jesús le respondió: —Ahora no puedes venir conmigo. Pero después sí vendrás. «…Y dicho esto, añadió: Sígueme…» Jn 21:19. (TLA)

Tres años antes Jesús había dicho: Venid en pos de mí (Mt 4:19), y Pedro lo había seguido sin dudarlo un instante. El irresistible carisma de Jesús lo envolvía y no necesitaba que el Espíritu Santo le ayudara a seguirlo.  Sigue leyendo

Lo máximo de mí por lo supremo de Él

Filipenses 1:20

Mi ardiente anhelo y esperanza es que en nada seré avergonzado, sino que con toda libertad, ya sea que yo viva o muera, ahora como siempre, Cristo será exaltado en mi cuerpo. (NIV)
Espero firmemente no hacer nada que pueda avergonzarme. Al contrario, sea que yo viva o muera, quiero portarme siempre con valor para que, por medio de mí, la gente hable de lo maravilloso que es Cristo. (TLA)

Lo máximo de mí por lo supremo de Él. “Conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado”. Todos nos sentiremos muy avergonzados si no le rendimos a Cristo las áreas de nuestra vida que Él nos ha pedido. Sigue leyendo