¿Comprendes tu llamamiento?

Romanos 1:1

…Apartado para anunciar el evangelio de Dios… (NVI)

Nuestro llamado principal no es a ser hombres y mujeres santos, sino pregoneros del Evangelio de Dios. Lo único que es de suma importancia es que el Evangelio sea reconocido como la realidad duradera. La realidad no es la bondad humana, ni la santidad, ni el cielo, ni el infierno. Es la redención. Hoy en día, la necesidad más vital que tiene el obrero cristiano es percibir esta realidad. Como obreros, debemos acostumbrarnos a la revelación de que la redención es la única realidad. La santidad personal es un efecto de la redención y no la causa de ella. Si colocamos nuestra fe en la bondad humana, nos hundiremos cuando venga la prueba.

Pablo no dijo que él se separó a sí mismo, sino que: «cuando agradó a Dios, que me apartó…», Gá 1:15. Pablo no se interesaba demasiado en su propio carácter. Mientras nuestros ojos estén enfocados en nuestra santidad personal, jamás ni siquiera nos acercaremos a la plena realidad de la redención. Los obreros cristianos fracasan porque ubican su deseo de santidad personal por encima del deseo de conocer a Dios.

“No me pidas que me enfrente a la cruda realidad de la redención en nombre de la inmundicia de la vida humana que ahora me circunda. Lo que yo quiero es cualquier cosa que Dios pueda hacer por mí para hacerme más deseable ante mis propios ojos”. Hablar de esa manera indica que la verdad del Evangelio de Dios no ha comenzado a tocarme y que no existe una arrojada entrega al Señor. Dios no puede liberarme mientras mi interés se encuentre solamente en mi propio carácter. Pablo no era consciente de sí mismo. Estaba entregado a Dios, sin medir las consecuencias, rendido totalmente, y separado por Él para un propósito: proclamar el Evangelio de Dios (ver Ro 9:3).

Comentario

  • Apartado… la etimología interesante del verbo griego aforízo profundiza el sentido de la expresión. Viene de «trazar una frontera» -o un marco, una línea de separación-, con la consecuencia de que lo que se encuentra dentro dd estos límites queda definitivamenteb apartado de lo que està fuefandde ellos..
  • Chambers enfatiza en que esta separación no es producto de nuestro propio esfuerzo distingue sino de lo que Dios logra en nosotros si lo dejamos obrar. Ocuparse mucho de la propia persona, no corresponde al propósito del llamado,,, el Evangelio nos hace existir en primer lugar en función de su extensión.
  • Esto no significa que el obrero cristano no deba llevar una vida santa ni mucho menos que su  testimonio no sea de importancia; el asunto trata más bien de la relación causa-efecto.  La santidad auténtica no es estéril; no consiste solamente en el pecado que no cometemos sino ha de manifestarse en el bien que hacemos. Y nomhay bien mayor que darle a otra persona la oportunidad de reconciliarse con el Señor.

 

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