Mira de nuevo y piensa

Mateo 6:25

Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa? (NVI)
No vivan pensando en qué van a comer, qué van a beber o qué ropa se van a poner. La vida no consiste solamente en comer, ni Dios creó el cuerpo solo para que lo vistan. (TLA)

Una amonestación que resulta necesario repetir es que las preocupaciones de este siglo y el engaño de las riquezas y la codicia de otras cosas, ahogarán la vida de Dios en nosotros (Mt 13:22). Sigue leyendo

La preponderante instrucción de Dios

Hechos 26:16

…Me he aparecido a ti con el fin de designarte siervo y testigo de lo que has visto de mí y de lo que te voy a revelar… (NVI)
…para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto… (RV60)

La visión que Pablo tuvo en el camino a Damasco no fue una emoción pasajera, sino que contenía instrucciones muy claras y categóricas para él. Pablo declara: «…no fui rebelde a la visión celestial» Hch 26:19. Sigue leyendo

Transformados por la contemplación

2 Corintios 3:18

Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu. (NVI)
Así que, todos nosotros, a quienes nos ha sido quitado el velo, podemos ver y reflejar la gloria del Señor. Y el Señor, quien es el Espíritu, nos hace más y más parecidos a él a medida que somos transformados a su gloriosa imagen. (NTV)

La característica más sobresaliente de un cristiano es esta abierta franqueza ante Dios que le permite convertir su vida en espejo para otras personas. Cuando el Espíritu Santo nos llena, somos transformados y, cuando contemplamos la gloria del Señor, nos volvemos espejos. Sigue leyendo

¿Dónde tengo mi mirada?

Isaías 45:22

Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más. (RV60)
»Pueblos todos en todo lugar, vengan a mí para ser salvos, porque yo soy Dios y no existe ningún otro.»

¿Esperamos que Dios venga con sus bendiciones y nos salve? Él dice: «mirad a mí y sed salvos…» La dificultad espiritual más grande es que nos concentremos en Dios y son sus bendiciones las que lo hacen tan difícil. Sigue leyendo