Visión y oscuridad

Génesis 15:12

Al anochecer, Abram cayó en un profundo sueño, y lo envolvió una oscuridad aterradora. (NVI)
Cuando el sol comenzaba a ocultarse, Abram sintió mucho sueño, y se vio rodeado de una gran oscurid.ad. Eso le dio mucho miedo. (TLA)

Siempre que Dios le da una visión a un cristiano, lo pone bajo la sombra de su mano (Is 49:2) y el deber de la mujer o del hombre santo es estar quieto y escuchar. Existe una oscuridad que proviene del exceso de luz y cuando se presenta es el momento de escuchar. La historia de Abram y Agar en Génesis 16 es un excelente ejemplo de lo que significa prestarle oídos a un supuesto buen consejo durante el tiempo de oscuridad, en lugar de esperar a que Dios envíe la luz. Cuando Él te dé una visión y luego estés en oscuridad, espera. El Señor obrará en ti de acuerdo con la visión que te haya dado, si esperas hasta el tiempo apropiado de Él. Nunca trates de ayudarle a cumplir su Palabra. Abram experimentó 13 años de silencio, pero durante ese tiempo toda su autosuficiencia fue destruida. Él creció por encima de la confianza en su propio sentido común. Esos años de silencio fueron un tiempo de disciplina, no un período en el que Dios se encontraba enojado. Nunca es necesario aparentar que tu vida está llena de gozo y confianza; sólo espera en Dios y apóyate en Él (ver Is 50:10-11).

¿Tengo alguna confianza en la carne? ¿O he aprendido a ir más allá de toda confianza en mí mismo y en otros hijos de Dios? ¿Confío en libros y oraciones o en otros goces de mi vida? ¿O he puesto mi confianza en Dios mismo y no en sus bendiciones? «Yo soy el Dios Todopoderoso, El Shaddai, el Dios Omnipotente», Gn 17:1. La razón por la que todos a diario estamos siendo disciplinados es para que sepamos que Él es real. Tan pronto como Dios se vuelve real para nosotros, las personas en quienes hemos confiado pierden su brillo al lado de Él y se convierten en sombras de la realidad. Nada de lo que otros santos hagan o digan podrá perturbar jamás a quien está fundamentado en Dios.

Comentario

  • El capítulo 15 de Génesis es conocido como capítulo del locus classicus del Antiguo Testamento: es el pasaje donde Dios le promete a Abram algo que excede a su capacidad de comprensión (v. 5), pero que por su fe está a su alcance (v. 6). Aun así, Abram pide una señal (v. 8), y es entonces cuando cae la oscuridad tan aterradora.
  • El mismo contraste que experimenta Abram, se repite en la vida del creyente. Cuando acabamos de obtener la más prometedora de todas las promesas, y la expectativa por poder ver su cumplimiento parece estar al maxima y nos llena de impaciencia… puede ser que entonces nos encontramos en la más profunda oscuridad.
  • En este caso tendemos ar correr hacia todo lado, consultando e interpretando lo que se nos cruce por el camino, cuando lo indicado sería, como Chambers lo da a entender, hacer un alto y esperar en la oscuridad hasta que el Señor encienda su fuego y nos illumine.

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