En medio de un montón de insignificancias

2 Corintios 6:4

…en mucha perseverancia, en aflicciones, en privaciones, en angustias… (NBLH)
Con paciencia soportamos dificultades y privaciones y calamidades de toda índole. (NTV)

Cuando no tienes ninguna visión de Dios, cuando no hay entusiasmo en tu vida y nadie te observa ni te anima, entonces necesitas de la gracia del Todopoderoso para dar el siguiente paso en tu consagración a Él, en la lectura y estudio de su Palabra, en tu vida familiar, en tus obligaciones. Para tomar ese paso se requiere muchísima más gracia de Dios y una conciencia mayor de cómo recurrir a Él, que para predicar el Evangelio.

Todo cristiano debe ser partícipe de lo que fue la esencia de la encarnación de Jesús, convirtiendo el siguiente paso en realidades concretas y alcanzándolo con el esfuerzo de sus propias manos. Perdemos el interés y flaqueamos cuando no hay ninguna visión, ánimo, ni progreso, sino la rutina de siempre, las labores triviales. Lo que realmente da testimonio a largo plazo de Dios y de su pueblo es el trabajo persistente y continuo, incluso cuando otras personas no lo pueden ver. La única manera de vivir una vida victoriosa es si tienes la mirada puesta en Dios. Pídele a Él que mantenga los ojos de tu espíritu abiertos al Cristo resucitado y será imposible que la monotonía te desaliente. Nunca le des cabida al pensamiento de que algunas tareas están por debajo de tu dignidad o que son demasiado insignificantes para ti y recuerda el ejemplo de Cristo en Jn 13:1-17.

Comentario

  • perseverancia… también traducido como ‘paciencia’ o ‘constancia’, el sustantivo griego jypomoné insinúa la ‘resistencia’, o como se diría hoy, la ‘resiliencia’. Aun más: significa el aguante alegre, el aguante con esperanza. La síntaxis de la frase trata a esta perseverancia no como circunstancia de las aflicciones, sino como una de las aflicciones mismo.
  • Esto es importante porque permite entender la interpretación de Chambers. Ser constant en las tareas de rutina es algo tan difícil que aguantar dolor y privaciones. Lo que cuenta para el Señor no es tanto el qué hacemos sini más bien el para quién-
  • ¿Significa esto que Dios no quiere que actuemos como su agente privilegiado o que le da igual? Lo que interesa que la acción esté en acuerdo con la misión recibida y que la actitud nuestra sea incondiconal.

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