Gálatas 1:15

Pero cuando agradó a Dios, … (RV60)

Como siervos de Dios debemos aprender a hacer lugar para Él, es decir, darle «libertad de acción». Calculamos, estimamos y predecimos que esto o aquello sucederá, pero se nos olvida darle cabida a Dios para que Él siga adelante como quiera.
¿Nos sorprendería si Dios hiciera su entrada en nuestra reunión o predicación de una manera que nunca hubiéramos esperado? No busques que Dios intervenga de una forma particular, sólo búscalo a Él: La manera de hacerle espacio a Dios es esperando que se presente, pero no de un cierto modo. Por mucho que conozcamos a Dios, la gran lección que debemos aprender es que Él puede irrumpir en cualquier momento. Somos propensos a pasar por alto este elemento de sorpresa. Sin embargo, Dios nunca obra de una manera diferente. Él entra repentinamente en nuestra vida: «… cuando Dios…tuvo a bien» Gá 1:15, LBLA.

Mantén tu vida en un contacto tan permanente con Dios que se pueda manifestar su poder sorprendente en cualquier momento. Vive siempre a la expectativa y dale lugar para que entre cuando Él lo decida.

Comentario

• Como hijos de Dios, especialmente enfrente a no creyentes o a hermanos que, según nuestra opinion, no se encuentran en la misma estrecha communion con Él que nuestra propia persona, solemos expresarnos de la siguiente manera: «Dios hizo (hace, hará) esto…»; o tal vez: «Dios no hizo (hace, hará) esto…»
• Pero, si nos sentimos tan seguros de conocerlo, pensemos ¿quién de nosotros hubiera previsto que Dios se cuelga de una cruz para obtener la victoria? O ¿quién hubiera puesto su vida previendo que un perseguidor como Pablo era el major instrumento para la extension del Evangelio?
• Esto no significa que el tiempo de Dios transcurre con saltos caprichosos. De hecho, la inmutabilidad del Señor sí permite ver sus grandes pasos. Pero guardémonos, como Chambers dice, de querer someter al Señor a los pequeños esquemas y confinarlo dentro de los márgenes estrechos de la mente humana. ¡Él siempre va más allá!