¿Alguna vez has estado a solas con Dios? (1)

Marcos 4:34

…cuando estaba a solas con sus discípulos les explicaba todo con claridad. (TLA)
…lo explicaba todo en privado a Sus propios discípulos. (NBLH)

Nosotros a solas con Él. No todo el tiempo Jesús se aparta con nosotros para aclararnos las cosas. Él nos las explica a medida que las podemos entender. Las vidas de otros son un ejemplo, pero Dios nos pide que examinemos nuestras propias almas. Es un trabajo lento, tan lento que Dios se tarda todo el tiempo y aun la eternidad para hacer a un hombre o una mujer conforme a su propósito. La única forma en que podemos ser útiles para Dios es permitiéndole que nos muestre las áreas profundas y ocultas de nuestro carácter. ¡Es sorprendente cuán ignorantes somos con respecto a nuestro ser! Ni siquiera reconocemos nuestra envidia, orgullo o pereza cuando se hacen evidentes delante de nuestros ojos. Pero Jesús nos revela todo lo que hemos guardado en nuestro interior antes de que su gracia comenzara a obrar. ¿Cuántos de nosotros hemos aprendido a mirarnos interiormente con valentía?

Tenemos que desechar la idea de que nos entendemos a nosotros mismos. Este siempre es el último pedazo de orgullo que se va. Dios es el único que nos entiende. La maldición más grande en nuestra vida espiritual es el orgullo. Si alguna vez hemos tenido una breve visión de lo que somos ante los ojos de Dios, nunca vamos a decir: «¡Oh, soy tan indigno!» Entenderemos que así es, sin necesidad de decirlo. Sin embargo, mientras todavía conservemos alguna duda de que no somos dignos, Dios continuará rodeándonos, apretando el cerco hasta que nos encontremos a solas con Él. Mientras que exista algún elemento de orgullo o vanidad, Jesús no podrá enseñarnos nada. Nos permitirá sufrir el quebrantamiento o la desilusión que sentimos cuando nuestro orgullo intelectual está herido. Él nos revelará numerosas pasiones y deseos desordenados, acerca de los cuales nunca nos imaginamos que tendría que llevarnos a estar a solas con Él. Se nos muestran muchas cosas, a menudo sin resultados. Pero cuando Dios nos hable a solas acerca de ellas, serán claras para nosotros.

Comentario

  • ¿Por qué es tan difícil para el ser humano aceptar lo que es en verdad? Si algo es realmente esencial para el crecimiento espiritual, es aceptar lo que Dios nos muestra sobre nosotros mismos. Pero una vez convertidos, estamos rápidos en declarar que antes sí habíamos sido malos, mientras ahora, a pesar de las imperfecciones, nos encontramos en el camino del justo. Y entonces olvidamos que somos «justos» no por nuestra rectitude sino por haber sido justificado.
  • Chambers subraya el «estar a solas» con Dios. Esta soledad es más que un encontrarse en un lugar apartado, más que una soledad física. Es el encontrarse enfrente del Señor totalmente en privado, privado de todo a lo que habitualmente echamos la mano para justificar nuestras fallas.
  • El proceso de limpiarnomanas es lento y muchas veces doloroso, pero no avanzará sin que antes nos hemos visto tal como el Señor nos ve: en la absoluta bancarrota de nuestra naturaleza h.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *